miércoles, 9 de febrero de 2011
A 6 meses del derrumbe, esperan justicia
http://www.lanacion.com.ar/1348465-a-6-meses-del-derrumbe-esperan-justicia
Seis meses de dolor clavado en el alma, en el corazón. Eso sienten los familiares de las víctimas del derrumbe del gimnasio Orión de Villa Urquiza, que sólo exigen justicia porque -según dicen- "los responsables de la tragedia están libres", después de pagar $ 10.000 de fianza. También critican al gobierno porteño, al que culpan por no controlar como se debía y de "desaparecer" después de lo que pasó.
"Hace 180 días que no venía acá durante el día. Siempre pienso que mi hijo va a llegar a mi casa, y lo sueño... pero no, él ya no está. Sólo somos lágrimas", dice Wang Lu, la madre de Luis Lu, uno de los fallecidos el pasado 9 de agosto bajo los escombros del gimnasio.
Además de Luis, que tenía 23 años, el derrumbe se cobró la vida de Maximiliano Salgado, de 18 años, y de Guillermo Fede, de 37.
Wang está sentada en un bar frente al terreno donde se situaba el gimnasio, en Mendoza 5030, convocada por La Nacion el sábado al mediodía. A ella la acompañan su marido, Xin Lu; la madre de Maximiliano, Patricia Izraelewiz, y el hermano de Guillermo, Hernán Fede.
Ellos recuerdan como si fuera ayer aquella fría siesta de agosto, cuando el gimnasio cayó hacia un pozo lindante de unos cuatro metros de profundidad, abierto por una excavadora que trabajaba en una obra en construcción.
Las responsabilidades
Por el hecho, la jueza María Dolores Fontbona de Pombo, del Juzgado de Instrucción N° 45, imputó por "estrago doloso seguido de muerte" al ingeniero responsable de la obra, Guillermo Heyaca Varela; al titular de la constructora Desarrolladora Mendoza SA, Daniel Alberto Menta; al dueño de la empresa de excavaciones Pataro, José Pataro, y a los dos obreros que estaban manejando la excavadora. Los familiares de las víctimas y cuatro heridos que dejó el hecho son querellantes en la causa.
La Nacion intentó comunicarse con Heyaca Varela, Menta y Pataro, pero no obtuvo respuestas.
"Los imputados hoy están en libertad porque pagaron una fianza de $ 10.000", cuenta Hernán Fede, y agrega: "Fue una vergüenza. La jueza no les dio la libertad porque el peritaje de los bomberos afirma que hubo negligencia en la excavación, pero ellos apelaron y la Sala 5a. de la Cámara Penal, a mediados de agosto, los dejó salir bajo fianza."
Pese a que la feria judicial terminó el 31 de enero pasado, hasta hoy los familiares de las víctimas no tuvieron novedades sobre las indagaciones que les tomaron a los imputados entre el 13 y 15 de diciembre.
"Esperemos que a seis meses de la tragedia la Justicia nos dé una noticia que nos deje más tranquilos", añora Fede.
"¿Qué creen que puede pasar?", pregunta La Nacion. "Los culpables van a patear la causa todo lo que puedan. Sabían que estaban haciendo las cosas mal, no es que fueron torpes o improvisados", responde Fede.
Tres funcionarios de distintas áreas de control y fiscalización de obras del gobierno porteño fueron desvinculados de sus puestos por el derrumbe: Raúl Oscar Ríos, que al momento del incidente era titular de la Agencia de Control Comunal; José Angel Báez, quien era director general de Fiscalización y Control de Obras, y Liliana Imaurri, esposa y asesora de Ríos.
La Nacion también llamó a esas oficinas públicas, pero allí adujeron que los actuales responsables (Jorge Ibáñez, por la Agencia de Control, y Mario Boscoboinik, de Fiscalización y Control) "estaban de vacaciones".
"[El jefe de gobierno porteño, Mauricio] Macri se olvidó de esto, pero estoy segura de que la gente no se olvida. Esto es un Cromagnon dos", dice Patricia Izraelewiz, refiriéndose al incendio del boliche, donde en diciembre de 2006 murieron 194 personas que asistieron a un recital de rock.
"Acá hubo negligencia, esta tragedia se podría haber evitado. La ciudad hizo un show ante las cámaras de la televisión, y después nunca más volvieron", afirma Wang, que llegó de China hace 25 años con su marido y un hermano mayor de Luis.
-¿El dueño del gimnasio, Pablo Galli, tuvo responsabilidad?
-El sabía que los locales tenían rajaduras, que había puertas que no se podían abrir porque los marcos estaban cediendo. No evacuó a la gente cuando tendría que haberlo hecho. Lamentablemente ninguno de los testigos que declararon lo imputó directamente, y como Guillermo, Luis y Maxi no pueden hablar, tampoco lo pueden responsabilizar -responde Fede.
"Sólo queremos que los culpables cumplan la condena, que estén presos. Porque nadie nos va a devolver a?", dice Hernán, a quien las lágrimas no lo dejan terminar la frase. "Esto tiene que ser un ejemplo para que dejen de especular con la construcción. Queremos justicia para aplacar un poco nuestro dolor."
Mauricio Caminos
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